"La dificultad no debe ser un motivo para desistir sino un estímulo para continuar"

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11. LEYENDA DE POSEIDÓN

Hola, querido amigo Prometeo: Aquellas dos mujeres estaban discutiendo por su herencia, no paraban, entonces, les dije que podían hacer como los dioses: echar a suertes el reparto de los bienes... Para ilustrarlo mejor, como siempre, hice comparecer ante nosotros al bardo para que nos contara el cuento... Un abrazo y feliz jornada lunedina... Juan Carlos CUENTO 11º Zeus recibió la parte luminosa y terrestre, y sus armas simbolizaban las fuerzas celestes. Cupo a Hades en suerte la parte subterránea donde iban los muertos para reinar en el Inframundo sobre el pueblo de las Sombras. Poseidón, en fin, fijó su poder sobre todos los elementos líquidos, los mares y los ríos que recorrían la tierra... ¿Qué pasará mañana? LEYENDA DE POSEIDÓN Poseidón es el dios de los mares y, como «Agitador de la Tierra», de los terremotos en la mitología griega. El nombre del dios marino etrusco Nethuns fue adoptado en latín para Neptuno (Neptunus) en la mitología romana, siendo ambos dioses del mar análogos a Poseidón. Las tablillas en lineal B muestran que Poseidón fue venerado en Pilos y Tebas en la Grecia micénica de finales de la Edad del Bronce, pero fue integrado en el panteón olímpico posterior como hermano de Zeus y Hades. Poseidón tuvo muchos hijos y fue protector de muchas ciudades helenas, aunque perdió el concurso por Atenas contra Atenea. Le fue dedicado un himno homérico. Culto Poseidón era un importante dios municipal de varias ciudades: en Atenas, era el segundo en importancia por detrás sólo de Atenea, mientras en Corinto y en muchas ciudades de la Magna Grecia era el dios jefe de la polis. En su aspecto benigno, Poseidón se concebía creando nuevas islas y ofreciendo mares en calma. Cuando se enfadaba o era ignorado, hendía el suelo con su tridente y provocaba manantiales caóticos, terremotos, hundimientos y naufragios. En la Odisea, su rencor hacia Odiseo impidió a éste regresar a su hogar en Ítaca. Los marineros oraban a Poseidón para tener un viaje seguro, a veces ahogando caballos como sacrificio; de esta forma, según un papiro fragmentario, Alejandro Magno se detuvo en la costa griega antes de la Batalla de Issos y recurrió a las oraciones, «invocando al dios del mar Poseidón, para lo que ordenó que un carro de cuatro caballos fuese lanzado a las olas.» Según Pausanias, Poseidón fue, junto con Gea y Temis, una de las divinidades a las que pertenecía el oráculo de Delfos antes de que el olímpico Apolo los sustituyese. Apolo y Poseidón colaboraban estrechamente en muchos ámbitos: en la colonización, por ejemplo, Apolo Délfico daba la autorización para partir y asentarse, mientras Poseidón cuidaba de los colonizadores en su viaje y proporcionaba el agua purificadora para el sacrificio fundacional. En su Anábasis, Jenofonte describe a un grupo de soldados espartanos en 400-399 a. C. cantando un peán a Poseidón, un tipo de himno destinado normalmente a Apolo. Como Dioniso, que enfervorizaba a las Ménades, Poseidón también provocaba ciertas formas de perturbación mental. Un texto hipocrático de c. 400 a. C., Sobre la enfermedad sagrada, afirma que era considerado culpable de ciertos tipos de epilepsia. Prehistoria griega Si se da crédito a las tablillas en lineal B que se conservan, el nombre po-se-da-wo-ne (Poseidón) aparece con mayor frecuencia que di-u-ja (Zeus). También aparece una variante femenina, po-se-de-ia, lo que indica la existencia de una diosa consorte olvidada, de hecho precursora de Anfitrite. Las tablillas de Pilos registran mercancías destinadas a sacrificios para «las Dos Reinas y Poseidón» y «las Dos Reinas y el Rey». La identificación más obvia para las «Dos Reinas» es con Deméter y Perséfone o sus precursoras, diosas que no quedaron asociadas con Poseidón en periodos posteriores. En el Cnosos micénico Poseidón es también identificado como e-ne-si-da-o-ne (‘agitador de la tierra’), un poderoso atributo (los terremotos habían acompañado al colapso de la cultura palaciega minoica). En la cultura micénica, fuertemente dependiente del mar, no ha aflorado aún relación alguna entre Poseidón y el mar; entre los olímpicos se decidió tras echarlo a suertes que gobernaría el mar: el dios era anterior a su reino. Los nombres de Deméter y Poseidón están relacionados en una tablilla de Pilos, donde aparecen como po-se-da-wo-ne y da-ma-te, en el contexto sagrado de echar a suertes. Dada la relación de Poseidón con los caballos así como con el mar, y la alejada situación respecto al mar del probable territorio original indoeuropeo, algunos investigadores han propuesto que Poseidón era originalmente un aristocrático dios-caballo que fue posteriormente asimilado con las deidades acuáticas de Oriente Próximo cuando la base del sustento griego cambió de la tierra al mar. En cualquier caso, la enorme importancia inicial de Poseidón puede aún entreverse en la Odisea de Homero, donde es él y no Zeus el principal causante de los sucesos. Mitología Poseidón era un hijo de Crono y Rea. En la versión más antigua, relatada por Hesíodo en la Teogonía, era tragado por Crono al nacer pero luego era salvado, junto con sus demás hermanos, por Zeus. Sin embargo, en otras versiones del mito, Poseidón, como su hermano Zeus, evitó el destino de sus demás hermanos al ser salvado por su madre Rea, que lo ocultó en un rebaño de corderos simulando haber parido un potro, que dio a Crono para que lo devorara. Según Tzetzes la curótrofa o niñera de Poseidón fue Arne, quien negó serlo cuando Crono apareció buscándola. Según Diodoro Sículo, Poseidón fue criado por los Telquines en Rodas, igual que Zeus había sido criado por los Coribantes en Creta. Según una única referencia en la Ilíada, cuando el mundo fue dividido en tres, Zeus recibió la tierra y el cielo, Hades el inframundo y Poseidón los mares. Según se narra en la Odisea, Poseidón tenía un palacio en Egas, aunque ya en la Antigüedad se discutía si se trataba de la ciudad situada en Acaya o de otra del mismo nombre ubicada en Eubea. La fundación de Atenas Atenea se convirtió en la diosa patrona de la ciudad de Atenas tras competir con Poseidón, si bien éste siguió siendo una presencia numinosa en la Acrópolis bajo la forma de su sustituto, Erecteo. En la fiesta de disolución al final del año en el calendario ateniense, las Esciroforias, los sacerdotes de Atenea y el de Poseidón iban en procesión bajo palio hasta Eleusis. En esta disputa por la posesión de un culto especial en Atenas, Poseidón golpeó el suelo con su tridente e hizo brotar una fuente de agua salada, mientras que Atenea ofreció un olivo. Zeus, o los doce dioses olímpicos, o uno de los primeros reyes del Ática, (Cécrope, Erisictón o Cránao) juzgaron que el olivo había sido plantado en primer lugar y con ello Atenea consiguió el patronazgo de Atenas. Otra versión de este mito es que los atenienses eligieron por votación a uno de los dos dioses para que diera nombre a su ciudad. Todas las mujeres votaron por Atenea y todos los hombres por Poseidón. Ganó Atenea por un solo voto y Poseidón inundó la región. Para calmar la cólera de Poseidón desde entonces las mujeres dejaron de tener derecho al voto y los hijos no podrían tener nombres derivados del nombre de la madre. Tras esto, enfurecido por su derrota, Poseidón envió una monstruosa inundación a la llanura ática, castigando así a los atenienses. La depresión hecha por el tridente de Poseidón y llena de agua marina estaba rodeada por la entrada norte del Erecteión, permaneciendo abierta al cielo. «En los cultos, Poseidón era identificado con Erecteo», señaló Burkert. «El mito transforma esto en una secuencia temporal-causal: en su enfado por la derrota, Poseidón dirigió a su hijo Eumolpo contra Atenas y mató a Erecteo.» El concurso de Atenea y Poseidón fue el tema de relieves en el frontón oeste del Partenón, la primera vista que tenía el visitante cuando llegaba. Este mito es considerado por Graves y otros autores como el reflejo de un enfrentamiento entre los habitantes de la época micénica y los inmigrantes posteriores. Resulta interesante señalar que en su culmen Atenas fue una importante potencia marítima, llegando a derrotar a la flota persa en la batalla de Salamina. Las murallas de Troya Poseidón y Apolo, habiendo ofendido a Zeus, fueron enviados a servir al rey Laomedonte. Éste les pidió construir enormes murallas alrededor de la ciudad y prometió recompensarles generosamente, promesa que luego se negó a cumplir. En venganza, antes de la guerra de Troya Poseidón envió a un monstruo marino a atacar Troya (que luego fue derrotado por Heracles). Apius Claudius Caecus...

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